El gusto de la diversión en la Alameda Chabuca Granda
- Renzo Antonino Olivares Saavedra
- 19 nov 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2019
La alameda Chabuca Granda es uno de los lugares mas recorridos tanto por turistas como por los mismos peruanos, esta brinda los mejores platos gastronómicos y momentos de relajo, risa y diversión por completa.
En el antiguo mercado de polvos azules, a orillas del viejo Rio Rímac y detrás de la casa del presidente de turno, se encuentra ubicada la Alameda Chabuca Granda a la cual podemos llegar por medio del Puente Huánuco, Puente Trujillo y Acho, desde allí se observa el viejo barrio del Rímac con sus casas de la época del Virreinato, la estación de trenes desamparados y el gran Cerro San Cristóbal.
Una mujer que lucio y demostró su amor por el país cantando grandes melodías, en conciertos nacionales como internacionales, esa es Chabuca Granda, ni ella misma se hubiera imaginado que con el tiempo esa alameda llevaría su nombre.
Una zona donde la delincuencia era pan de cada día, donde nisiquiera el público ni los mismos trabajadores podían dejar sus pertenencias, hoy es muy distinto, este lugar tiene su propia seguridad identificados con unos chalecos de color azul y seguridad brindada por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
Vendedores de anticuchos, cachangas y mazamorras, señores que retratan el rostro de personas a precio módico se apoderan de la gran vereda de entrada hacia esta gran plaza y hay que esquivar cada uno de estos puestos ubicados allí para poder llegar al puente rayitos de sol que en las noches limeñas ilumina una parte de la alameda y en su totalidad a la vía de evitamiento con rumbo a la panamericana norte.
Se continua con el recorrido y se encuentra una pequeña feria a la mano izquierda de la alameda donde se degusta la rica gastronomía peruana, encontramos todos los potajes de las tres regiones del país. Para disfrutar del día hay anfiteatros con shows de cantantes de la calle más conocidos como ambulantes ya que a estos donde los lleve el destino siempre sacaran una sonrisa a la linda gente. Asientos con diversas formas geométricas esperan por uno para descansar, poder observar el ambiente de la alameda y poder reflexionar sobre la vida de cada uno.
La deliciosa gastronomía peruana se disfruta en todo el mundo y este lugar no es la excepción. Platos típicos de las tres regiones y de todos los departamentos del Perú son consumidos por el público asistente de la alameda Chabuca Granda. Postres como la mazamorra morada, el arroz con leche y el tan famoso suspiro a la limeña son los más pedidos por los comensales.
Platos típicos como el arroz con pato, el tacacho con cecina y el tan famoso ají de gallina son los más vendidos en esta única feria gastronómica que tiene el centro de la ciudad de Lima.

Sabemos que en todo el mundo con el pasar de los años el público se ha vuelto cada vez más exigente con la calidad y no cantidad de los deliciosos potajes, más por salud que por gusto, pero ¿El comensal peruano dejaría de lado el tan rico gusto con que se preparan las comidas?
Samuel Y Soraya son una pareja de esposos que disfrutaron tan deliciosos potajes en la feria gastronómica de Chabuca Granda. Para ellos la comida preparada en tal feria fue muy exquisita ya que son norteños y se les hace muy difícil encontrar un lugar donde preparen con la misma sazón que el lugar en que nacieron, que haya todos los platillos que brindan las regiones del país y sobre todo gustoso para el paladar. “Me encanto, estuvo delicioso y sobre todo a precio módico, en este lugar podemos encontrar variedad de comidas que representan a las tres regiones del país.” Con tal entusiasmo se refirió Doña Soraya ante la pregunta.
Los cómicos en su mayoría de raíces andinas, excluidos ya de la Tv peruana se concentran los fines de semana y asisten a la alameda para conseguir el pan de cada día sacando carcajadas al público, teniendo un pequeño teatro, sin tener las comodidades que se les presentaba en sus tiempos por la Tv pero supieron salir adelante y mostrar que no fue impedimento para continuar con su talento.
Se continua caminando por la feria y se escucha voces de personas que piden alabar a Jehová el dios de los Testigos del mismo nombre y tratando de conseguir adeptos acercándose y hablándote con su biblia en la mano.

Puestos de anticuchos, picarones y restos de postres oriundos del país donde el plato no pasa de los cinco soles. Los retratistas sentados que tratan de atraer clientela con la mirada porque saben que al público le gusta tener un pedazo de papel con su rostro dibujado en este.
Los precios módicos de la gastronomía peruana se encuentran en esta plaza que se comparte junto con los deliciosos postres limeños que no es por hacer competencia con la feria sino de darle al público mayor variedad de dulces.
Los principales protagonistas en la alameda aparte de los artistas, son los vendedores de los famosos picarones, mazamorra morada y el resto de los deliciosos postres oriundos del Perú.

Diversas generaciones pasan vendiendo en esta alameda, así lo puede asegurar la señora Carmen Irazábal, chinchana de nacimiento, hace degustar el secreto familiar con el que se elabora la mazamorra morada, el arroz con leche y la tan famosa calabaza.
El llegar a ingresar a esta alameda se torna un poco difícil ya que se realiza un concurso, este es organizado por la Municipalidad metropolitana de Lima (MML). Tal participación que llevo a la señora Carmen Irazábal a posicionar por tantos años en un pedazo de la alameda se inició en el año 1997, bajo el mandato de Alberto Andrade.
Doña Carmen a base de esfuerzo logró sacar adelante este pequeño negocio, tal es así que volvió profesionales a sus hijos con este humilde trabajo en la Alameda Chabuca Granda.
Las cachangas, bombitas y turrones se ven deliciosos desde el puesto de la señora Mari Cieza, una de las 4 vendedoras de estos productos que tratan de ser acompañados por un delicioso café a media tarde. El famoso “jalar para una chambita” se ve reflejado en cómo llega hasta la alameda Doña Mari.
El trabajar en el mismo rubro durante años en el distrito de Santiago de Surco acomodó a Doña Mari en un espacio de la alameda. Los viernes, sábados, domingos y lunes, son los días donde más público se centra en tal famosa alameda, Mari como le gusta que la llamen labora esos días en dicho lugar con la finalidad de llevar lo mejor para su hogar.
El público que asiste a la alameda, siente lo mismo como cuando cantaba la gran Chabuca Granda; alegría, diversión y relajo. Ahora se puede entender porque tan divertido lugar lleva el nombre de una gran cantante peruana que reflejaba la música, gastronomía y perseverancia del peruano de a pie.
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